21 mar 2012

Se divorcia de un extraterrestre.

O eso dice David Icke, de su ya exmujer Pamela Leigh, porque este hombre está totalmente obsesionado con los extraterrestres y, puestos a sospechar de cualquiera, hasta dudaba de que su mujer fuera humana.













David, que es experiodista deportivo y lleva años estudiando a una supuesta raza de ser del espacio “reptileano”, dijo que empezó a notar “mutaciones” en la cara de su mujer (por lo visto, le cuesta asumir que la edad no perdona) y se justifica, además, con los años que Pamela había vivido en un bases militares, por el trabajo de piloto de guerra de su padre. Según él, el ejército está controlado por esta espécimen de alien.

Una de dos: o este hombre está fatal, o no sabía qué excusa ponerle a la pobre mujer para dejarla.

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